Lo que debía ser una verdadera fiesta del motociclismo terminó siendo una decepción total. La carrera de motos realizada en Paicho fue mal organizada y dejó un mal sabor de boca tanto a los pilotos como al público asistente. La Asociación de Cercado, que se encargó del evento, demostró no estar a la altura.
Se prometió una premiación económica que nunca se cumplió. Varios pilotos viajaron, invirtieron tiempo y dinero, confiando en ese compromiso, solo para ser ignorados al final. Esta falta de seriedad no solo afecta la imagen del evento, sino que también desmotiva a los corredores que con tanto sacrificio se preparan para competir.
Además, se anunció que se correría en modalidad Circuito, y varios pilotos asistieron exclusivamente por esa categoría. Sin embargo, nunca se llevó a cabo. Solo se realizó la modalidad Rally, sin una explicación clara ni respeto hacia los participantes.
Es lamentable que una festividad tan esperada por la población termine arruinada por una organización externa que no respeta las tradiciones locales ni el esfuerzo de los pilotos.
En años anteriores, era la misma comunidad la que organizaba con más orden, más compromiso y sobre todo, con más corazón. Ojalá se retome ese espíritu y que en futuras ediciones, sea la gente de la comunidad la que recupere el control y el orgullo de su evento.
